De marcianos, campañas y gobiernos.
Con la excusa de promover el turismo, las autoridades del municipio de Cd. Madero (en la zona conurbada de Tampico) han decidido instituir el “Día del Marciano” y colocaron un busto Ad hoc en el boulevard costero de la Playa Miramar.
No concibieron una manera más original y con algo de dignidad.
Como ingeniero civil, como ciudadano que paga impuestos, como un cualquiera si gustan…estoy seguro que en lugar de convertirnos en la burla regional (y en la época de las redes sociales, seguro que hasta mundial), deberíamos -el ayuntamiento encabezando el trabajo- garantizar la seguridad en general a fin de promover el flujo del capital en la zona; promover y edificar lugares de esparcimiento; ejecutar labores permanentes de limpieza en la ciudad y en los paseos turísticos más visitados, creando con ello un rostro atractivo de la ciudad; planear la construcción de mejores accesos carreteros y dotar de transportes de altura a la región; asegurar la capacitación del personal que trabaja en el ayuntamiento con el fin de que no solo trabajen, sino que lo hagan correctamente; y un muy extenso etcétera…tan solo para comenzar.
Sí, quizá puede decirse que ya se hacen todos esos trabajos. Pero no termina de notarse ni para los que aquí vivimos.
Ahora bien, la cuestión del disparate con tintes galácticos por parte del ayuntamiento maderense, es el de atribuirle (y pareciera que incluso darle las gracias) a los marcianos -suponiendo que sean oriundos de Marte, en caso contrario esperemos sepan perdonar el desliz de los ediles de la urbe petrolera- la protección contra los fenómenos meteorológicos que se han presentado en la zona sur del estado de Tamaulipas y no han impactado de lleno. Han sido ascendidos a guardianes protectores bienquistos contra todo ciclón.
¿Y el cristianismo que tanto pregonan los funcionarios en las fiestas populares?
En el acto, visiblemente se ignora que la zona ya se encuentra encomendada a la muy especial protección de Nuestra Señora y que repunta la devoción popular por la Madre de Dios desde que se construyó en la salida del puerto -en “La Barra”-, una escultura de Nuestra Señora del Carmén por iniciativa del Pbro. Ignacio Rosiles (futuro monseñor y camarero de la diócesis de Tampico por Su Santidad Pablo VI), del obispo de Tampico Mons. Ernesto Corripio Ahumada (obispo nombrado por Su Santidad Pio XII y futuro Cardenal, Arzobispo Primado de México por Ss. Juan Pablo II, Beato) y por la donación con financiamiento de la obra por parte de la sra. Carmelita Trinidad de Cueto en el año de 1967.
Claro está que la escultura no posee magia propia, y nunca debe ser tenida como amuleto. La escultura debe evocar a la criatura más excelsa para el Padre, aquella que obtuvo la mayor intimidad con el Cristo y la primera que quedó llena del Espíritu Santo: Santa María, Madre de Dios (gr. Theotokos, lat. Dei genetrix) y madre nuestra.
Desgraciadamente y sin duda no faltarán las personas con razonamientos “adultos” en este tema que considerarán que no existe, ni los marcianos y ni Dios. Los habrá quienes prefieran a los marcianos (cuales nuevos dioses paganos) dotándolos de un actuar conforme de quien los conciba, o simplemente habrá a quien no le importan ni estás cosas y hasta ni qué va a comer hoy…
No se encuentra en el presente tema la discusión de si existe o no tal o cual -dicho sea de paso que convendría leer aquello que los científicos europeos recientemente han demostrado acerca del teorema de Gödel, matemático austriaco-.
Después de todo, nunca se trata de nosotros. Solo de Dios.
El Señor nos permita mantener siempre fija la mirada en Él, porque es cuando la desviamos en que somos víctimas incluso de nosotros mismos.
Oremos por nuestras autoridades, para que realicen actividades que beneficien realmente a nuestras ciudades, solventen las necesidades del pueblo a quien sirven y representan, y sean ejemplo cívico de sus conciudadanos.
Les comparto una de las notas al respecto:
https://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/64c5f9c37cba5ff750208509bd657046
Y les comparto una imagen de Nuestra Señora del Carmen en la zona conurbada del sur del estado de Tamaulipas: “Ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, amén”.
Oración a Nuestra Señora del Carmen
Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros. Amén.
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